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  • Foto del escritor: jacquelinearandag
    jacquelinearandag
  • 6 ago 2018
  • 3 Min. de lectura


Me levanté muy temprano, me asomé a la ventana y es un día soleado, hoy es un gran día para saber la verdad; Saber los resultados de la universidad para admisión de la carrera de Medicina Veterinaria y Zootecnista.


Desperté a mi madre y muy emocionada le dije “Hoy es el día”, me sentí confiada de saber el resultado. Cada quien se baño y desayunamos juntas.


Al ir en auto imagina como sería la facultad de veterinaria, siempre fue mi sueño estudiar esta carrera y ahora que tengo la oportunidad de hacer mi el examen no lo pensé ni dos veces.

Al llegar a las listas veía a muchos jóvenes amontonados, muchos lloraban de alegría y gritaban, otros lloraban de tristeza. Comencé a ponerme nerviosa al saber el resultado, tengo un apellido extraño, asi que era fácil de distinguir. Con nerviosismo al encontrar mi nombre observe las palabras “ACEPTADA”, grite como jamás lo había hecho y mi corazón palpitaba al

mil por hora.


Mi madre muy emocionada al igual que yo lloraba de felicidad, no podía creer que su pequeña hija al fin cumplía uno de su sueño; Ser aceptada en la carrera de Veterinaria. Sé que ser aceptada es algo muy básico, lo verdaderamente importante y soñado es mantenerse y terminar.


Después de informarme y llevar todos los papeles correspondientes, ya me encontraba inscrita. Posteriormente se me informaba que tenía que cargar materias. En este momento no cabía la emoción en mí al saber que empezaría esta carrera, al ver las materias me emocionaba más y más.


Tenía que subir 6 materias por semestre, y las primeras que cargue fueron materia básicas,

como Estadística, Literatura y una que otra dirigida a la carrera como Introducción a la Veterinaria I y Anatomía General en Animales I.


Al terminar todos estos trámites sólo quedaba espera en que iniciaran las clases.

Pasaron 3 semanas después de terminar todos mis trámites y cargar mis materias. Cuando desperté, observe mi venta, vi que era un día soleado, era lunes, esa mañana me recorvada al día en que iría a ver mis resultado, solo que ese día era diferente, hoy iniciaban mis clases en la universidad.


Muy emocionada, desperté a mi madre nuevamente y le dije que hoy era el inicio de mi nueva etapa, seguimos el mismo ritual como la primera vez, pero estaba vez llevaba todos mis útiles e iba directamente a mis nuevas clases.


Llegando me quede sin habla, la escuela estaba con la imaginaba, un establo enorme, un hospital veterinario y un edificio enorme en donde estudiare por los siguientes 5 años de mi vida, me despedí de mi madre con un beso y un abrazo enorme. Entrando observaba a varios compañeros, de nuevo y algunos que ya parecías tener algunos años.


Mi primeras clase eran materias básicas, nos presentamos todos y nos dijeron como serian las clases, las ultimas clases eran las de nuestra rama, al iniciar la materia de anatomía, era todo lo que yo esperaba, era lo que pensaba, en las clases platique con algunos nuevos compañeros, intercambiamos opiniones, números y el porque estábamos estudiando esta carrera.


Terminando el día decidí ir al establo, observe que había algunos maestros enseñando a los alumnos a los equinos, desde lejos veía el amor que les tenían, el cuidado y la dedicación no solo por enseñar a los alumnos si no por los animales, me puse a pensar que los animales son lo mejor que nos pudiera pasar a los humanos, nos dan un calidez y empatía que nadie mas nos podría dar.


Al salir de la escuela pensaba en que fue la mejor carrera que pude escoger, el mejor camino que puede elegir.

 
 
 
  • Foto del escritor: jacquelinearandag
    jacquelinearandag
  • 30 jul 2018
  • 3 Min. de lectura


Las tortugas marinas son especies que migran. Estas al eclosionar del huevo lo primero que logran es llegar al mar y esto para llegar a Florida, Yucatán y otros puntos del este americano, emprendiendo una desenfrenada carrera.


A la orilla de la playa, cientos de pequeñísimas tortugas de apenas unos 15 cm de longitud, se encentrarán desafiando la fuerza de las olas, impulsadas por una herencia genética que las llama y son guiadas por el magnetismo de la tierra y la frecuencia del oleaje que les llevará a emprender un largo viaje.

La época de reproducción de algunas tortugas al dar comienzo en marzo y alcanza su mayor punto de junio a agosto, pero se alargará aún en las próximas semanas, hasta octubre.


A partir de los 10 años las hembras ya están en condiciones de reproducirse. La gente que haya observado un nacimiento sabe de la dificultad y lo fascinante del proceso: de noche, mejor sin luna llena las proteger en su intimidad, las tortugas salen de las profundidades del océano y se arrastran por la playa hasta encontrar el lugar adecuado.


Una vez allí, empieza a excavar con sus aletas para formar el nido. Con su cara y cuerpo sacando la arena y haciendo el sonido de un llorar por el esfuerzo realizado, la tortuga hembra deposita cientos es de huevos que parecen unas pelotas de ping pong.

Las tortugas suelen realizar de dos a siete puestas por año y luego descansan durante dos o tres años hasta las siguientes puestas. Tras 60 días de incubación, los huevos eclosionarán dando lugar a una nueva generación de tortugas.

Para que los huevos puedan nacer con éxito los factores principales para que esto sea posible es que la arena de la playa y la temperatura en el nido se encuentren en un punto especifico, ya que dependiendo de si la temperaturas mayor o menor, nacerán y determinara si son machos o hembras; a mayor temperatura, más hembras.

La temperatura límite a partir de la cual el sexo de las tortugas puede modificarse parece estar en los 29º C, llegando a ser sólo hembras cuando supera los 33º.

La mayoría de ellas sigue las aguas más templadas que les llevan hacia las costas de España y Portugal. Muchas se adentran en el Mediterráneo, donde llegan a concentrarse en cantidades que superan los varios cientos de miles de ejemplares.

Ayudadas por los vientos, estas son empujadas en dirección sur atravesando las costas occidentales de Africa, hasta pasar por las Islas Canarias y Cabo Verde. Al sur de este archipiélago, la corriente cambia de dirección para adentrarse de nuevo en el Océano Atlántico y dirigirse otra vez con rumbo oeste hacia las aguas caribeñas y del este americano donde, cuando sean adultas, realizarán la puesta.

En el año de 1986 el biólogo estadounidense especializado en tortugas marina Archie Carr, presentó la hipótesis de que las tortugas bobas que efectuaban la puesta en las playas norteamericanas realizaban una larga migración de ida y vuelta a lo largo de todo el Atlántico, aprovechando la Corriente del Golfo. Decía en su hipótesis que el tamaño de los individuos recogidos en distintas zonas del Atlántico, tal como las costas estadounidenses, el Mar de los Sargazos y el Golfo de México.

Todas las tortugas marinas son consideradas especies en peligro de extinción. La importancia de las playas de puesta de tortuga. En donde Estados Unidos de América queda fuera de toda duda: alberga a la segunda mayor población del mundo y mantiene un porcentaje menor del 50% de la población mundial de esta especie, realizando unos 68.000-90.000 nidos al año.

Por esta razón, desde sus oficinas de diferentes partes del mundo está llevando a cabo un estudio para conocer el verdadero alcance de las migraciones de las tortugas marinas.

 
 
 
  • Foto del escritor: jacquelinearandag
    jacquelinearandag
  • 23 jul 2018
  • 2 Min. de lectura


Un jaguar hembra, especie en peligro de extinción, fue atropellada, en un famoso centro turístico muy cerca de Cancún y de Puerto Morelos, mejor conocida como la Ruta de los Centones.

De igual manera se le decapitó y cercenó la cola, lo que tiene furiosos a los quintanarroenses y turistas que saben de esta terrible noticia, han comenzado a manifiestan su molestia en redes sociales. La Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (Profepa) recogió lo que quedaba del cuerpo del animal, para investigar si la hembra estaba embarazada.


Esto sucedió al poco tiempo del asesinato de otro jaguar macho en edad reproductiva, esto sucedió en un rancho de Tulum, ubicado en el tramo carretero Tulum-Cobá, donde presuntamente el empleado de ese rancho habría matado al felino con una escopeta.


La policía ha comenzado la averiguación para encontrar a los responsables de esta atroz muerte. En la Península de Yucatán hay unos mil 800 ejemplares aproximadamente, en estado de Quintana Roo se considera que son alrededor de 800, pero algunas organizaciones estiman que 70% de su hábitat original ha sido destruido por el hombre.


Desafortunadamente por la explotación de su hábitat, es común verles cerca de poblaciones, al pensar que son peligrosos los pobladores se ven a la necesidad de atacarlos o matarlos.

La Asociación Reserva Ecológica del Edén lamentó los hechos sucedidos y confirmaron que en las condiciones en las que viven estos ejemplares han cambiado drásticamente de algunos años a la fecha.


Algunas asociaciones tienen miedo que ahora que el tren que se piensa construir de Cancún a Palenque, la situación se agrave, ya que impactará severamente en esta especie, no solo por la destrucción de su hábitat, si no por la exposición de estos animales. En 2016, la Cámara de Diputados aprobó nuevas sanciones a quienes realicen actividades de caza ilegal de animales. Las multas se elevarán hasta 5.4 millones de pesos.

 
 
 
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